Éste surco descendente tras varios quiebros en un giro a la derecha bajo nuestros pies se abre una profunda grieta. Llegamos al pasamanos equipado por anclajes químicos mas cuerda, divertido, fácil.
Continuamos por el angosto meandro, derecha, izquierda, giro otra vez, llegamos a su final. El primer pozo también equipado por químicos mas cuerda de nudos, el descenso no es directo sino fraccionado siendo fácil y divertido.
meandro que finaliza en un sifón, a los pocos metros giramos a la izquierda, cruzamos por encima del meandro hasta un pasillo que se bifurca hacia abajo o a la derecha. Decidimos ir hacia abajo, un pequeño salto nos deja en una ínfima sala la cual alberga un racimo de estalactitas espectaculares. Continuamos entre estrecheces desembocando en un cruce de dos pasillos, ambos terminan en sifones.
Dejando atrás esos pasillos de ensueño, ascendemos y buscamos la otra bifurcación, es amplia, cómoda, los espeleotemas se suceden a ambos lados, el techo va descendiendo, la galería termina, podemos decir que se transforma en una pequeña sala poseedora de grandes cristales de yeso, otro rincón mágico.
Desandamos lo andado hasta nuestro fiel meandro, pasamos la losa de roca, a nuestra derecha superior vemos el tramo final de la cuerda de nudos, seguimos por el meandro, a la izquierda se abre una nueva galería, optamos por ésta ruta realizando una pequeña escalada que nos sitúa en una sala con estalactitas adornando el techo. Un hito de piedras nos marca una pequeña galería, que da acceso a una sala bañada por la luz del día a causa de un pozo. Ésta sala presenta formaciones de aspecto siniestro quizás por su color gris. Proseguiremos sorteando unos cuantos recovecos para vernos otra vez en nuestro inseparable meandro, estrecho, alto, liso, descendente. Rápidamente encontramos el segundo pozo de poca altura también equipado,
al estar la cuerda dura, se desciende con ocho o en contraposición, a escasos metros nos situamos en el tercer pozo, vemos la antigua aquipación (clavija mas mosqueton ya obsoletos), enfrente la nueva equipación, químicos, cadena, argollas,cuerda por estar dura descendemos con ocho. Al final del pozo aparece una sala, la mas grande que hemos visto, aproximadamente en su centro vemos pendiendo del techo unas magníficas estalactitas, el suelo es bastante polvoriento. En un extremo apreciamos otro sifón.
Bordeando hacia abajo un gran macizo de roca, buscamos el seco curso del agua llegando a un caos de bloques hasta la salida por el barranco del Tesoro.
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