Una clásica entre las cavidades del municipio alpujarreño de Eníx, cueva enclavada en el cerro del Toril siendo la primera exploración el 04.03.1962 por el GESA. Ese mismo año Antonio Bonachera Andújar realizó la primera topografía, en el año 1965 una exploración del GEI halló una calderita de metal presumiblemente árabe, desde entonces han sido incontables las visitas. Sin mas pinceladas históricas pasamos a su descripción.
Una pequeña senda nos conduce casi a la cumbre del cerro donde encontraremos una pequeña entrada, ya en el interior nuestros pasos discurren por un pasillo estrecho descendente, con algunos tramos angostos
pero sin complicaciones nos transporta a una sala de grandes dimensiones. Nuestras pupilas serán invadidas por multitud de espeleotemas, destacando una enorme estalacmita que parece presidir la sala que culmina al fondo en una especie de entreplanta. Sin lugar a dudas, lo mas enigmático es una columna seccionada con desplazamiento sobre su eje ocasionado por un movimiento que sufrió la cueva a lo largo del tiempo. Dicha columna es escoltada por un gran número de estalactitas, en su base se abre un pequeño pozo destrepable que nos sitúa en un nivel inferior de baja altura, con grandes e impresionantes coladas, banderolas y pequeñas sepiolitas durante el recorrido que transcurre por una gatera alternada por pequeñas salas. Iremos ascendiendo situándonos en la anteriormente mencionada entreplanta de la sala principal, siendo esta ubicación un mirador desde el que se puede contemplar sus dimensiones y belleza. Esta gran estancia es acariciada por rayos de luz procedentes del sol que penetran a través de un pozo que ha sido desobstruido
por Cota Máxima ( el Pollo, Paco, Montse, Félix, José, Noelia) el día 25.01.2014 ademas se instaló la cabecera del mismo con parabolt y chapa mas seguro natural. Pozo que se encuentra por encima de la entrada principal.
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